El corcho

¿Por qué debemos utilizar corcho en la construcción?

El corcho es la corteza exterior del Alcornoque (Quercus Suber)
Este proceso de extracción altamente especializado no daña el árbol.
El Alcornoque regenera completamente el corcho cada 9 años, por lo que es una materia prima completamente ecológica y renovable.
Los Alcornocales mejoran la materia orgánica del suelo, previenen la desertización y proporcionan empleo en zonas rurales.
Los Alcornocales son retenedores naturales de CO2 ( más de 14 millones de TN /año)
El proceso de fabricación es 100 % natural.
Su valor térmico es prácticamente invariable con variación de temperatura y mantiene un valor de aislamiento estable con el tiempo.
Es un producto 100 % natural.
Huella de carbono negativa.
Soporta temperaturas entre -180 oC y + 120 oC
En caso de incendio no libera gases tóxicos.
Durabilidad ilimitada, manteniendo sus características técnicas (ensayos oficiales demuestran entre 45 y 50 años).

Proceso de fabricación

Producido a partir de la “Falga” un tipo de corcho único que se recoge de las ramas del Alcornoque.
Se fabrica sin ningún tipo de aditivo. El proceso empieza con la trituración del corcho en gránulos más pequeños.
Se introducen los gránulos en un autoclave y se calientan a 350ºC, estos se expanden y liberan “suberina”, un aglutinante natural presente en el Corcho que aglomera el Corcho en bloques.
Los bloques se retiran y se sujetan a un periodo de estabilización.
En el último proceso se corta el bloque al espesor que demande el cliente.

Todos los residuos producidos durante este proceso son 100 % reutilizables.